Como habíamos informado anteriormente, un grave incidente ocurrido en la madrugada del domingo 12 en el malecón de Cienfuegos tuvo un desenlace fatal. El joven Raídel, quien había sido hallado con una profunda herida en el cuello y otras lesiones severas, falleció a las 2:00 a.m. de hoy en el Hospital Provincial.
El hecho, que conmociona a la comunidad cienfueguera, ha sido tipificado como asesinato, y las autoridades han detenido a posibles implicados mientras continúan las investigaciones para esclarecer las causas y móviles del crimen.
Este nuevo crimen se suma a una escalada de violencia que azota a distintas provincias del país, donde la sensación de inseguridad crece y la policía brilla por su ausencia ante hechos delictivos. Sin embargo, paradójicamente, las fuerzas del orden actúan con rapidez y contundencia cuando se trata de reprimir manifestaciones pacíficas o protestas ciudadanas.
La población reclama presencia policial real para proteger la vida, no solo para defender al poder. La muerte de Raídel se convierte así en un símbolo más del deterioro social que enfrenta Cuba, donde la violencia se expande y la confianza en las instituciones se desvanece.
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