Milagrosa recuperación del exluchador cubano Arturo Díaz Mora


El exluchador de los pesos completos Arturo Díaz Mora, reconocido como Gloria del Deporte Cubano, ha experimentado una notable recuperación tras meses de una delicada situación de salud que llegó a poner en riesgo una de sus piernas.

Hace siete meses, su caso fue dado a conocer públicamente, despertando la preocupación de la comunidad deportiva dentro y fuera de Cuba. La historia de Díaz Mora, marcada por úlceras profundas en una pierna con alta probabilidad de amputación, movilizó a colegas, amigos y seguidores, quienes unieron esfuerzos para lograr lo que muchos califican hoy como “un milagro de fe, amor y solidaridad”.

El poder de la denuncia y la respuesta institucional

La difusión de su caso en redes sociales —impulsada por figuras como Roly Dámaso, Daniel Gómez, Amaury Allen y otros promotores de la lucha cubana— logró captar la atención del INDER de Villa Clara y del Instituto de Medicina Deportiva, que respondieron con rapidez una vez expuesta la situación.

Durante meses, un equipo médico local, encabezado por una doctora y enfermeros del sistema provincial, visitó al exdeportista cada semana, brindando atención constante y aplicando tratamientos que ayudaron a la evolución de las heridas.

La ayuda que traspasó fronteras

El proceso de recuperación de Arturo Díaz Mora fue posible gracias a una red de apoyo internacional. El grupo “Amigos de la Lucha Cubana y Mundial”, junto al Santos Medical Center de Miami, se sumó con donaciones de medicamentos, material médico y asesoría técnica.

Varios enfermeros y médicos cubanos residentes en Miami colaboraron de forma voluntaria, orientando tratamientos y compartiendo experiencias para la correcta curación de las úlceras. A ello se unieron otros amigos desde Cuba y el extranjero, que también contribuyeron con alimentos y recursos para su recuperación.

Su esposa ha sido un pilar esencial durante todo el proceso, brindándole acompañamiento diario y cuidando con dedicación la pierna afectada.

Un ejemplo de fe y unión

Hoy, la noticia de que la pierna de Arturo Díaz está prácticamente curada ha llenado de alegría a sus allegados y a toda la comunidad deportiva. Su recuperación es considerada un símbolo de lo que puede lograrse cuando coinciden la voluntad humana, la ayuda solidaria y la fe en Dios.

“Esto demuestra que cuando hay voluntad y apoyo de los amigos, cuando las redes funcionan, cuando las autoridades cumplen con su deber y cuando la familia responde, la fe permite lograr el bien de los seres humanos”, expresaron los promotores de la campaña que acompañó el caso.

El regreso de la salud del exluchador no solo es un triunfo personal, sino también un mensaje de unidad y esperanza, que recuerda la importancia de no dejar caer en el olvido a las glorias deportivas que un día dieron prestigio al país.

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