El gobierno local exige a personas en sus puestos de trabajo formar parte de grupos de respuesta rápida


Le están exigiendo a las personas en cada puesto de trabajo salir un día a la semana, incluso de noche, para responder a cualquier provocador que se atreva a decir algo en contra de la revolución. A muchos los han integrado a una especie de brigada de respuesta rápida sin su consentimiento, “a pepe y timbales” si me permiten la expresión. Hombres y mujeres que ni son militantes o miembros del Partido Comunista de Cuba, obligados a reprimir a su propia gente. ¿Serán capaces? ¿De verdad que el gobierno cree que por el salario miserable que reciben los trabajadores estatales, se prestarán éstos para dar golpes, escupir, agredir verbalmente a sus propios familiares o vecinos? Me llegan noticias de que en estos mismos momentos hay varias personas pidiendo “la baja” de sus trabajos. Los miembros de un gobierno desmoralizado, corrompido de la cabeza a los pies, con un sistema fallido que ha condenado a todos los cubanos a vivir como indigentes, deberían de acudir a un único recurso: renunciar a sus puestos, redactar un perdón público, permitir que varios vecinos y conocidos lo firmen para dar conocimiento de ello, pararse en el medio del parque de Cruces y tomarse una foto con la solicitud en el pecho, a ver si con eso se pueden limpiar un poco.

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