El embajador de la República Popular China en Cuba, Sr. Huan Xin, realizó una visita oficial a la Isla de la Juventud, donde sostuvo intercambios con autoridades locales y trabajadores de sectores considerados estratégicos para la economía del territorio.
Acompañado por varios funcionarios del municipio especial, la prensa oficial destacó que el diplomático mostró interés por las técnicas empleadas en la siembra del arroz, un detalle que ha llamado la atención, pues China es uno de los mayores productores de arroz del mundo, junto con India. De hecho, ambos países concentran cerca del 50 % de la producción mundial de este cereal.
Resulta evidente que China no tiene nada que aprender de la frágil agricultura cubana, lo que ha generado diversas interpretaciones sobre los verdaderos fines de la visita. Entre ellas:
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Que el recorrido buscó sensibilizar al embajador sobre la precaria situación del campo cubano, con la esperanza de conseguir algún tipo de apoyo o inversión del gigante asiático.
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Que se trató de un gesto político, destinado a mostrar ante la opinión pública un supuesto fortalecimiento de las relaciones bilaterales, en realidad muy deterioradas en la actualidad.
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O, simplemente, que el embajador Huan Xin no tenía una agenda concreta y aprovechó para realizar un recorrido simbólico por la Isla de la Juventud.
Sea cual fuere la razón, la visita deja más preguntas que respuestas
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