La prensa en Cienfuegos: de “El Ético” a “5 de Septiembre”


A solo seis años de fundada la Colonia Fernandina de Jagua, en 1825, los primeros colonos cultos dieron vida al que sería el punto de partida del periodismo en la futura Villa de Cienfuegos. En marzo de 1831 comenzó a circular, de manera manuscrita y en apenas cinco o seis ejemplares, “El Ético”, considerado el primer órgano de prensa local. Sin embargo, su existencia fue breve: el propio fundador de la colonia, Don Luis De Clouet, ordenó su suspensión al considerar que en sus páginas se hacían alusiones a su vida privada.
No sería hasta 1845, veinte años más tarde, cuando la ciudad contaría con su primera imprenta. Ese mismo año, el 15 de noviembre, vio la luz “El Puerto de Cienfuegos”, periódico de carácter económico financiado por comerciantes locales. Poco después adoptó el nombre de “La Hoja Económica de Cienfuegos”, que amplió sus contenidos con noticias gubernamentales. En 1847, bajo la dirección de Enrique Edo, cambió nuevamente su título a “El Telégrafo”, consolidando así los primeros pasos de una prensa más estable en la joven villa.


En la década siguiente continuaron surgiendo publicaciones. En 1855 nació “El Fomento”, de tendencia liberal, que años después dirigiría Antonio Hurtado del Valle, conocido como El Hijo del Damují, quien más tarde fundaría el primer diario local: “El Comercio” (1867). Aunque efímero, este periódico marcó el inicio del periodismo diario en la ciudad.
El dinamismo cultural de Cienfuegos también se reflejó en los periódicos manuscritos. En 1860, Luis Martínez-Casado editó “El Apuntador”, centrado en temas teatrales, del que apenas circularon tres números. Dos años más tarde, Enrique Edo volvió a experimentar con la sátira mediante “El Chismoso”, semanario humorístico que sería censurado rápidamente. En el mismo periodo aparecieron “El Pabellón Nacional”, de corte integrista, y “El Negro Bueno” (1869), fundado por Jacobo Domínguez, clausurado por sus ideas independentistas.
A lo largo de las décadas de 1860 y 1870, la efervescencia política y social trajo consigo una proliferación de nuevos títulos: “El Diario de Cienfuegos” (1869), “El Recreo de Las Villas” (1873), “El Boletín Mercantil” y “La Retreta”, entre otros. En 1878, tras la Guerra de los Diez Años, el periodista José Andreu fundó “La Aurora”, primer periódico liberal del período, sustituido más tarde por “La Opinión”, bajo la dirección de Pablo Díaz de Villegas.
Uno de los hitos más curiosos de esta etapa fue la aparición de “El Avisador Galaico”, el primer periódico en gallego publicado en América, aunque también bilingüe, testimonio de la presencia e influencia cultural de la comunidad gallega en Cienfuegos.
La diversidad editorial creció en los años siguientes: “El Boletín de la Provincia”, el satírico “El Atrevido”, “La Unión” —órgano de la masonería—, “El Liceo”, “La Lealtad” de tendencia conservadora, y “El Obrero”, propiedad de Pablo Rousseau. En 1886 se fundó “El Siglo”, de orientación republicana reformista y dirigido por Ricardo García, considerado uno de los periódicos más influyentes de la época.


Hacia fines del siglo XIX, la ciudad llegó a contar con más de 25 publicaciones entre periódicos y revistas, reflejo de una intensa vida intelectual y política. De ese periodo emergió “La Correspondencia”, fundado a finales de siglo y reconocido más tarde como vicedecano de la prensa cubana. Este medio perduró hasta la década de 1960, siendo uno de los más longevos del país.
En el siglo XX, la tradición periodística continuó con la fundación en 1902 de un nuevo “El Comercio”, y más tarde con “Jagua” en la década de 1930. Tras la desaparición de “La Correspondencia”, el silencio informativo se prolongó durante dos décadas, hasta que el 5 de septiembre de 1980 nació el periódico “5 de Septiembre”, actual órgano de prensa de la provincia de Cienfuegos, que responde a los intereses exclusivos del régimen cubano.

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