Nuestro Darién cotidiano


La inmensa mayoría de la población cubana ha escuchado mencionar la Selva del Darién, ese paso de vegetación exuberante y peligros inesperados, que por años fue la odisea de los miles de compatriotas que huían de la tiranía comunista.
Allí murieron muchos. Otros fueron asaltados y violados. Es un trauma similar al de otros miles tragados por las aguas del Estrecho de la Florida.
Un tercer trauma en la memoria colectiva nacional ha sido la sobrevivencia cotidiana en el día a día. Este último ha tomado en los últimos 3 años ribetes trágicos. 
Nuestra población local es un caso particularmte muy fuerte, dadas las características socioeconómicas de un municipio otrora prospero y en crecimiento, que hoy muestra la pero ruina y abandono imaginables.
Las fuentes de empleo son nulas. Más del setenta por ciento de la población activa está dedicada a tareas burocráticas, es decir, no produce nada. Existe hambre, desnutrición y escasez o falta total de lo esencial para cubrir necesidades básicas.
La juventud con la mente enfilada en escapar a otro país. No existe un solo proyecto de vida que contemple la dura y difícil tarea de una reconstrucción del antes bello Pueblo de Los Molinos. NO hay transporte. Los apagones señorean dueños de la realidad.
Es un “Darién cotidiano”… Una burla política a las expectativas de una población ya cansada de soportar. Ahora bajo el miedo público a una represión muy fuerte. El daño psicológico es manifiesto.
Y vuelvo a preguntarme: ¿Es que vamos a seguir permitiendo este abuso?
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