10 horas sin corriente en la provincia de Cienfuegos. La tortura se extiende


Enfurecida, agotada, presa de la desesperación se encuentra la población cienfueguera después de pasar 10 horas sin electricidad. Los pocos alimentos que a duras penas ha conseguido la gente, se han echado a perder. El estado de sufrimiento crece sobre todo en los enfermos y sus familiares, que tienen que lidiar con una situación realmente insostenible humanamente. A pesar de la represión tan grande que azota a la provincia, donde la policía se dedica a amenazar a los ciudadanos por expresar en las redes su descontento, una madre se desahoga compartiendo una situación que califica de desesperante. “Acaso nadie se conmueve de las personas enfermas” escribe Yudisley llena de dolor, al ver a sus hijos abrazados por el calor y sin poder dar a uno de ellos alimento. Tiene un niño de meses y otra pequeña de 5 años con una condición médica, la cual solamente puede ingerir alimentos licuados. “Con lo caro que está todo (continúa Yudisley su publicación), y uno sacrificándose, buscándoselas para que se le echen a perder de tanto tiempo sin corriente, porque a mí el estado no m da nada para ella tengo yo que comprarle todo, y siiii estoy molesta, porque está situación desespera a cualquier persona que se encuentre en mi situación, que lo que da es pena ver a esa inocente de 5 años roja como un tomate arriba de la cama con estás calores y para colmo no poder darle de comer, porque hay que licuar y pasar por colador , porque sino se ahoga y a nadie le importa”. Así concluye su publicación, que refleja el estado de impotencia y desesperanza en la población cubana. ¿A quién de verdad no le importa esto? A la casta dirigente aferrada caprichosamente al poder. Pero sí al pueblo cubano, que oye y ve, que siente y padece este sin sentido al que hemos sido sometidos.

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