Raúl Torres, el buitre de la troba


Recuerdo que cuando estaba culminando el último año en el pre las canciones del cantautor cubano Raúl Torres se sumaban a las que mis amigos y yo coreábamos junto a las de Carlos Varela, Frank Delgado, Polito Ibañez y otros. Obras como “Candil de Nieve”y“Se fue” son de esas cosas que muestran la madurez de un artista que puede brillar con luz propia, llevando poesía y música trotando al mismo nivel. Sin embargo, algo se fue decantando con el tiempo, Raúl Torres viajó y regresó con hambre de oportunismo. Algo que ninguno de mis amigos ni yo sospechamos, en primer lugar porque no le hacía falta, teniendo en cuenta que ya tenía un lugar bien ganado y no eran pocos quienes lo admirábamos. El caso es que al fallecer el presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, el hombre ya tenía una canción hecha para él, al fallecer Nelson Mandela y Fidel Castro, también ocurrió lo mismo. Algo sospechoso había y hasta alguien le escuché comentar que era el “Buitre de la Trova” debido a su certero olfato para localizar a quien estuviera a punto de fallecer para sacarle una canción y en una ocasión le escuché a un vecino decirle a un pariente suyo que no estaba cooperando en su recuperación de una difícil enfermedad: - ¡Si no te pones de tu parte Raúl Torres te va a sacar una canción! No sé cuáles fueron sus razones, pero el cantautor estaba ganando espacio en los medios oficiales a través de su estrategia sucia de congraciarse con el gobierno. Los que tuvieron alguna duda las despejaron con las canciones “Patria o Muerte por la Vida” para hacerle una contrapartida a Patria y Vida y con “Desbloquéame” algo que mostró a todas luces la postura servil y despreciable que asumió esta cantante con el régimen. Y no solo eso, pues la decadencia musical y creativa se desnudó definitivamente para degradarlo a un simple bufón con una guitarra en la mano al lado de quien esté en el poder. Es decepcionante ver como artistas como él asumen un oportunismo cobarde en estos tiempos en que la población vive días y horas sofocantes de desesperación con la apatía de no poder avizorar soluciones, ni prosperidad alguna ni ahora, ni en un futuro cercano. (Foto: Facebook)

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