Pioneros ¿por el qué?


Desde que uno es un niño, sufre el lavado de cerebro del sistema estatal con el que buscarán manipularte toda la vida. Me han llegado muchos recuerdos a la memoria viendo las fotografías publicadas en el semanario 5 de Septiembre de la provincia de Cienfuegos a dos pioneritos ganadores del concurso nacional Amigos de las FAR, recibiendo de manos del coronel Orlando Cardoso Villavicencio, la réplica del yate Granma y un diploma de reconocimiento firmado por el Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Es de esos pocos recursos que le va quedando al aparato represivo para que lo mires con buenos ojos, para vender una imagen tierna y después le sirvas de punta de lanza. Antes convencían un poco más, pues recuerdo que mi libro de primer grado en la escuela estaba repleto de consignas comunistas. De echo las primeras palabras que aprendí a leer junto a mamá y papá fueron miliciano, fusil, venceremos y Fidel. Recuerdo que nos obligaban a decir: "Pioneros por el comunismo, seremos como el Ché" y que lo gritamos muchas veces sin tener la más remota idea de quién era el Ché y mucho menos el comunismo. No sé que harán estos niños ganadores con el diploma y la réplica del Yate Granma cuando no tengan corriente y escuchen los lamentos de los padres cuando no tengan con qué cocinar, cuando vean a algunos de sus familiares buscando angustiados la manera de emigrar. Son inocentes y seguramente estarán muy contentos y me alegro por ellos, porque la alegría de un niño es lo más hermoso que existe. Qué lástima que esos personajes de la FAR no pudieron premiarlos con una planta eléctrica o una bolsa de leche, alguna lámpara recargable que mitigue la situación caótica de hoy. Vamos a ver cuánto dura el lavado de cerebro. 

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