El Gobierno de la República Popular China entregó 5 000 kits de energía fotovoltaica destinados a las zonas más afectadas por el huracán Melissa en el oriente cubano y a comunidades rurales sin acceso a la red eléctrica nacional.
La ceremonia de entrega del tercer lote de esta ayuda tuvo lugar en las áreas logísticas de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, donde participaron representantes del Ministerio de Energía y Minas y de la embajada china en La Habana. Según medios oficiales, el objetivo es contribuir a la recuperación energética y mejorar las condiciones de vida en territorios aislados.
Sin embargo, persisten las dudas entre la población sobre el destino final de estos recursos. Muchos cubanos se preguntan si la ayuda humanitaria llegará realmente a las familias damnificadas o si, como ha ocurrido con donaciones anteriores, terminará desviada entre los laberintos de la burocracia y la corrupción estatal.


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