Llegan huevos extraños a las bodegas de Cienfuegos


La yema de los cinco huevos que dieron ayer en las bodegas de Cienfuegos estrenan un color inusual: blanco pálido. No se trata de una nueva especie de gallinas introducidas en el país, sino de la misma desnutrición de las aves a falta del alimento que requieren. Las gallinas ponedoras están consumiendo un arroz traído del Sur de Jíbaro, en la provincia de Sancti Spíritus, para molerlo en el molino del puerto de Cienfuegos y producir comida para animales. Tan mala es su calidad, que las gallinas no se lo quieren comer. Esta es la razón por la cual los huevos muestran ese tono paliducho y lo más probable, un déficit en su composición nutricional, ya que las personas que lo han consumido describen que cuesta trabajo freírlo y, a la hora de comerlo, no sabe a nada.
 

Compartir:  

Comentarios