Gobierno cubano ajeno a la realidad


La paralización es lenta, pero marcha. La vida está como detenida y no estamos haciendo nada para ponerla a andar como debe. Tomar el control de esta situación es la única manera de poder salvarnos. Y todos queremos eso.
Una dirigencia que estorba y perturba. Como parte de las únicas soluciones posibles para salir de este atolladero histórico, está la inversión extranjera directa en el trabajo privado, el aquí llamado cuentapropismo. Pero varias ofertas han sido rechazadas en los últimos años. Hace poco, una para resolver la escasez crítica de pan. ¡Oiga hermano! Cuándo falta el pan, puede decirse que falta de todo, porque un alimento básico universal no debería ser el gran ausente.
El último paquete de medidas presentado por el Gobierno norteamericano incluía la oferta de flujos de capital directo a los negocios particulares. El régimen ni siquiera se pronunció. Nos parece una postura criminal. Vaya, como decir: “comerás lo que yo te dé, o no comerás”.  ¿Qué pensaría usted del padre capaz de rechazarle un plato de comIda al vecino que conoce de sobra su incapacidad crónica para alimentar a su hijo pequeño? Criminal. No existe otro calificativo.
Esa es la conducta de este régimen. El fracaso político es una realidad por todos conocida y comentada. Pero hay personas inocentes que deben ser rescatadas de semejante exterminio. Debemos permanecer atentos a las posibilidades de ayudas particulares o federales (provenientes de un “enemigo” tan, pero tan “malo” que no deja de atender nuestro drama vivencial.
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