En 1958 Cuba se encontraba entre los países más adelantados de la región. Teníamos índices socioeconómicos superiores a muchas regiones de Estados Unidos y de Europa. Para 1952 habíamos conseguido producir 7,2 millones de toneladas de azúcar. Cuba era capaz de garantizar el 75% del consumo interno en la producción de alimentos. Fuimos el primer país iberoamericano en aplicar la anestesia con éter, primero a nivel mundial en realizar una demostración de una industria movida por electricidad. El primer tranvía que se conoció en América Latina circuló en La Habana, también primera ciudad del mundo en tener telefonía con discado directo y el primer departamento de rayos X en Iberoamérica. Cuba fue la segunda nación del mundo en inaugurar una emisora de radio. De 161 centrales de azúcar trabajando en 1950, 131 eran propiedad de cubanos. Tuvimos ferrocarril, televisión a color antes que España, hotel con aire acondicionado central antes que el resto del mundo. Fuimos los primeros en toda la región iberoamericana en decretar la jornada laboral de 8 horas, en reconocer el derecho al voto a las mujeres, la igualdad de derechos entre sexos y razas y el derecho a la mujer al trabajo. La constitución de 1940 fue la más avanzada del mundo en su época. ¿Cómo perdimos todo eso?
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